Señales de vida — reseña por Bladimir Ramírez

Reseña de Dinero para cruzar el pueblo de Rodrigo Ramírez del Ángel escrita por Bladimir Ramírez leída en la FIL de Guadalajara, 2022

Parece una ley:

todo lo que se pudre

forma una familia

—Fabián Casas

La novela de Rodrigo Ramírez del Ángel nos presenta a Eusebio, un hombre gordo y sudoriento que tiene un arsenal de dificultades emocionales para relacionarse con el mundo. Él es un inadaptado, un olvidado, una cucaracha. También es el gran protagonista de este libro porque gracias a él, a sus temores, a su cobardía, a su aparente miedo al mundo, podemos descubrir la vida de la otra protagonista: Jade, la mamá de Eusebio.

Continúa leyendo Señales de vida — reseña por Bladimir Ramírez

Cómo hacer una nube

Juan era ateo. Coleccionaba artefactos, fotografías y juguetes antiguos para tener presente lo efímero de la existencia. Los mercadillos dominicales del barrio eran ideales para sus gustos. Mientras esculcaba un baúl encontró un instructivo desgastado, pero en buen estado. Su título: Cómo hacer una nube. Qué extraño, pensó mientras lo leía:

Continúa leyendo Cómo hacer una nube

En qué piensan los gusanos cuando tienen hambre de Julio Zatarain

«Quisiera un mundo donde nadie desaparezca. Mucho menos ella»

En Flores artificales, el primer cuento del libro En qué piensan los gusanos cuando tienen hambre de Julio Zatarain, hay: un joven que experimenta su primer amor, explotación laboral y sexual infantil, alcoholismo de un padre, la violencia intrafamilar que conlleva y la eterna búsqueda de redención, dealers asesinados en una esquina, balaceras, amistades que parecieran duraderas y otras endebles y la muerte, el dolor, el silencio. La hombría. Esta es la introducción al libro de cuentos ganador del premio nacional de cuento José Alvarado 2021, organizado por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Continúa leyendo En qué piensan los gusanos cuando tienen hambre de Julio Zatarain

21 años

Louisiana, 2001

El siete de noviembre del 2000 estrené mi primer blog, por mera suerte. Y con ello, podría decirse, mi comienzo como escritor. Vivía en Gretna, un suburbio de Nueva Orleans. La sucesión de eventos que hicieron que terminara viviendo por un año en Estados Unidos se puede remontar a que comencé la primaria a los cinco años, en vez de los seis. Mi camino tortuoso por la pubertad y mis calificaciones mediocres en secundaria convencieron a mi mamá de que aún no estaba listo para entrar al bachillerato. Aprovechando que su hermana vivía allá desde 1991 y después de un cónclave en el que no tuve elección (pero cuyo resultado me emocionaba), se decidió que viviría allí por un año. Este camino se trazó primero para mi hermano un año mayor que yo. Nuestras experiencias no pudieron ser más opuestas. Mientras que para él la adolescencia fue una de crecimiento, belleza física y hormonas correspondidas, y su estancia norteamericana fue de encerrones en el baño con güeras enérgicas, deportes y camaradería vespertina, la mía fue de un único encerrón en el cuarto de la computadora y de una pubertad tardía.

Continúa leyendo 21 años

Reseña de Dinero para cruzar el pueblo, por Gildardo González

La novela la puedes comprar en la tienda en línea de CONARTE.

José Rodrigo Ramírez del Ángel (Veracruz, 1985) nos muestra en su primera novela, “Dinero para cruzar el pueblo”, los recuerdos que sirven de motores para la vida, una vida enferma de nostalgia y llave de aspiración, así como de repulsa y motivo de huída.

Continúa leyendo Reseña de Dinero para cruzar el pueblo, por Gildardo González

Birgilio

©Correopola

Es Birgilio, no Virgilio, se presentaba inventando una historia nueva cada vez que le preguntaban acerca de la b. Mi papá tenía fobia a la letra v. El del Registro Civil era disléxico. La b es mejor que la v. Y su favorita: la b es por Batman. Todas ellas estaban muy alejadas de la realidad. Mentía tanto que estaba convencido que logró olvidar el verdadero origen de su nombre, pero eso también era mentira: lo tenía tan presente que hacía miserable su existencia. La cruz de la b, escuché alguna vez que dijo.

Continúa leyendo Birgilio

En pocos días va a reventar

Ilustrado por Correoppola

No he estado en una situación social en la que chupar un pito sea pertinente. O al menos eso creo. No lo deseo, pero sé que soy ajeno a ciertas costumbres humanas, en especial las sexuales. Tal vez sí he estado en una posición en la que dar sexo oral al hombre fuera lo correcto y no lo he hecho. Saber si soy deudor de sexo oral, a veces, no me deja dormir.

Continúa leyendo En pocos días va a reventar

De Músico, Católico y Frustrado

No me gusta escribir a mano. Soy partidario al cien de mi adorado procesador de textos. Algunos románticos incautos argumentarán sin razón el vínculo, la simbiosis o yo que sé mamada, para defender la escritura arcaica. Cuando imagino a Marcel Proust escribiendo a mano En Busca del Tiempo Perdido, sólo puedo pensar en la hueva, la jotería y el túnel carpiano. 

Tampoco me gustan las máquinas de escribir, aunque he de aceptar que en mis inicios literarios compré una Olivetti en el Office Depot de enfrente. La instalé en una mesita, prendí un cigarro y taca taca taca. Sentía que Hemingway y Bukowski hablaban a través de mis dedos. Eso, hasta que un vecino se quejó del ruido que hacía la máquina, porque obviamente no podía fumar dentro de mi casa (mi mamá no me dejaba). Después del encanto inicial, me di cuenta que era imposible borrar todas las idioteces que escribía, y el riesgo a que quedara evidencia de mi mediocridad y pésima ortografía era demasiado grande. Continúa leyendo De Músico, Católico y Frustrado